Si fuese Español no votaría a Pablo Iglesias
Por Ernesto A. Rodríguez
@ernestoarv
Ante todo, quiero decir que soy
cubano con residencia legal en los Estados Unidos. Sé que empezar
así no es buen gancho y seré firme candidato a roja directa por los crecientes seguidores de
Podemos. Justamente hacia ellos va este mensaje. Por mis frecuentes viajes a la Madre Patria, familiares, amigos y medios de comunicación, conozco
la difícil situación que abruma a muchos
españoles, a duras penas capaces de alimentar a sus hijos, comprarles
útiles escolares o pagar un piso donde vivir con dignidad. Tener un empleo mil eurista ya es motivo para prenderle velas
al santo. Muchos han emigrado hacia donde pueden tratando de subsistir y ayudar
a sus familiares. Todavía la recuperación
económica no ve esa luz al final del
túnel. Soy consciente de todo. He vivido lo mismo en mi país y muchas cosas más.
Solo en unas circunstancias así un movimiento como Podemos
podría crecer. Montoro y sus más de 30 subidas de impuestos; IVA, IBI, IRPF, todo este trabalenguas para meter las manos en los bolsillos del ciudadano; la corrupción
desde Pujol y su herencia, el Urdangarin
y la Cristi; al parecer más tonta que el
hermano de Aida, aquel “se fuerte Luis”,
la Gürtel, Palau, Pokemon, Mercasevilla, o esa afición compulsivas a las mariscadas de algunos miembros de UGT-A,
unido al Paro y otros demonios… han
hecho de la
desesperanza y el desprestigio de la clase política tradicional, tierra fértil para este
movimiento de extrema Izquierda. En lo personal, estos fenómenos me dan
escalofríos. A lo largo de la historia, no importa cual corriente ideológica,
han sido culpables de destrucción e incluso, genocidios.
El milagro del también populista Obama en la política
estadounidense , me hace pensar que Pablo Iglesias tiene posibilidades para
llegar un día a Moncloa. No lo duden.
Las circunstancias son muy parecidas. La
Banca en quiebra, jóvenes a una guerra que no sirvió de nada, el
trauma de la crisis, los bajos números
del unemployment
o paro que se iban a bolina, la reforma migratoria y el rollo de Guantánamo entre otros, fueron su pasaporte
para llegar de Chicago a la Casa
Blanca. El Señor Iglesias es inteligente. Las televisoras de izquierda
lo adoran y ceden sus espacios estelares para que diga cuan bueno es y de paso, vomite su odio visceral sobre la “casta”,
culpable de todos los males de este
mundo. Posee un club de fans que lo
sigue en las redes sociales. Tiene movilizado y organizado al estudiantado, tal
como la tuvo el señor Barack y su Yes We
Can. Siendo así, ¿hacia dónde llevaría Podemos
a España? Esa es la pregunta que
mirando los toros desde la barrera no
es difícil responder.
En principio, al entrar a su página digital y leer el programa político, debo admitir que me tocó el corazón . Solo treinta y cinco
horas laborales por semana, jubilación a los sesenta años, moratorias a las deudas hipotecarias, aumentar un doscientos por cien el
financiamiento a investigaciones,
subvenciones públicas para museos y monumentos, reducción del IVA cultural a
solo el cuatro por ciento y otras maravillas que no voy a mencionar. Pronto pensé que a
pesar de la colaboración con los demás estado comunitario esto sería una
carga brutal para un país que ni remotamente es
autosuficiente. ¿De dónde saldrá la pasta?
No hay que ser Nostradamus ni leer la borra del café, para deducir que cuando
una mayoría de Podemos y la izquierda tradicional; con sus políticas
chavistoides, aterricen en Moncloa y el Congreso, cundirá el pánico
entre los inversores y la banca
colapsará al no poder impedir la fuga de sus reservas monetarias hacia lugares seguros. La prima de riesgo aumentará con el
consecuente prejuicio para las ventas de bonos. ¿Sería rentable a los inversionistas pagar altos impuestos y por si
fuese poco un incremento salarial por decreto? Naturalmente que no. Las siglas ERES volverán a sonar hasta
aburrir cada día en los telediarios, pues las grandes compañías ya establecidas
tendrán que hacer ajustes. ¿A quién le gusta perder? Ante todo esto. ¿Cómo cumplirán tantas promesas? ¿O Solo forman parte de la demagogia
electoral? Donde una vez en el podio: Bueno, habrá que culpar a alguien de que
las cosas no vayan bien, ya sea a la oligarquía; eterna enemiga del pueblo, al FMI, a Moody’s, la Merkel, o a la bruja Adelina, si fuese menester. Claro,
la carta del franquismo siempre estaría bajo la manga para un momento de apuro.
¡Caramba! Mira que el mundo es pequeño.
Fidel Castro también es un experto en excusas y sacarse enemigos del sombrero para tapar el fracaso de
sus ideas populistas. El Bloqueo, el
imperialismo, los ciclones, Miami, La
OEA, el muro de Berlín, Gorbachov, Eisenhower, Kennedy…Obama, los Beatles, La
enmienda Platt, Diego Velázquez, además del
nacimiento de Jesús, Batista, la crisis de octubre, Putin, aunque más tarde lo redimiese, el polvo
del Sahara, la segunda Internacional, Bla, Bla, Bla… han sido parte de su
repertorio.
Tracemos un paralelismo, entre el programa de Podemos y el
alegato populista de autodefensa del joven abogado, por octubre de mil
novecientos cincuenta y tres. Es fácil encontrarlo en internet. En aquel juicio
por haber asaltado de madrugada el
cuartel Moncada, ultimando a una decena
de soldados que dormían plácidamente; éste,
justificó su acción, denunciando los
graves problemas sociales existentes, como la salud pública, las elevadas rentas y
tarifas eléctricas, los bajos salarios, el
desempleo y la educación entre otros, que
sufría la población más vulnerable en la
Isla. Cualquier semejanza es pura coincidencia. Ese discurso más tarde se convirtió
en el programa político de la revolución
cubana. Allí prometió además retomar la constitución del cuarenta; la más
progresista de su época, dar a los obreros el treinta por ciento de utilidades de las grandes compañías, hacer dueños a los arrendatarios
de las tierras que trabajaban… Hoy, cincuenta y seis años después, es evidente
que el tiro salió por la culata. Aquellos problemas no solo persisten, sino que
han ido a peor. Más pobreza y
deterioro, los salarios más bajos de América Latina, las tierras repartidas son
improductivas mayormente por las trabas burocráticas al campesinado, los
hospitales en ruinas y un
millón y medio de mis compatriotas;
cerca del quince por ciento de la
población, obligados a emigrar dejando
a otro grupo aún mayor dispuesto a seguirle los pasos. Si los amantes de
Podemos creen que en Cuba no hay desigualdades, pues se equivocan. Les cuento
que la casta política disfruta
los privilegios y beneficios del
capitalismo, que están vedados para el cubano de a pie. Estos proyectos
populistas suenan para muchos como música en
sus oídos, sin embargo, no son más que cantos de sirenas
También Chávez, el
caudillo de Sabaneta, cuya sola mención provoca el revoloteo de mariposas en el
estomago del eurodiputado Iglesias; aunque este por
estrategia trate de desvincularse muy sutilmente, prometió en mil novecientos noventa y ocho durante las presidenciales, no cerrar ningún
medio de comunicación, que no se reelegiría, ni habría ningún niño en la calle. Para esto juró
poner en juego el buen
nombre que un día doña
Rosa eligió para él… huelgan los
comentarios. Venezuela es
el ejemplo más claro de la inoperancia del populismo y el socialismo del siglo
XXI, tan mencionado y alabado por Monedero y compañía. Bajo su tierra se
encuentra la reserva petroleras más grande del mundo. El precio del barril estos últimos años ha oscilado sobre cien dólares y sin embargo, al margen de
contados programas sociales en los
cerros, el principal legado de Chávez
y su fichaje, el hombre del pajarito, es la mala imagen de ese país gracias al aumento
alarmante de la criminalidad e inseguridad, la escasez, el saqueo masivo de supermercados
al más puro estilo Gordillo y sus trogloditas, la violación a los derechos
humanos, además del florecimiento de una
elite corrupta, la Chavista, donde Bárcenas no tendría nada que aportar y si mucho que
aprender. En fin, comunismo, socialismo bolivariano o lo que se le parezca y
desarrollo económico son un matrimonio mal llevado que al final terminará inevitablemente en la caos.
Con la llegada de
Podemos a Moncloa y el seguro incremento
de la recesión económica, también vendría el enfrentamiento con los
medios de comunicación. Como el amor
no siempre triunfa y dura lo que dura, esos que un día juraron
amarle eternamente en la prosperidad y la adversidad, y levantaron las tribuna a un desconocido Pablo Iglesias para que expresara
libre y democráticamente sus ideas sentirán las consecuencias. Pero lo peor de todo sería la ruptura lamentable de una nación. Cataluña, Baleares el País
Vasco y Navarra con el visto bueno del gobierno arrearían las banderas españolas
de sus edificios públicos y se proclamarán
estados soberanos. Por aquello del
efecto dominó, la Comunidad Valenciana, Canarias y Galicia consideraran esa opción. ¿En que
podría convertirse España? Pues, en uno
de los miembros más pequeños e insignificantes del proyecto europeo. Un país
polarizado y estancado, donde en Melilla recibirían
con mariachis a la emigración africana incrementándose aun más la carga
social. España sería el recuerdo de aquella novia buena, que aún imperfecta, al irse nos cambió la vida. No permitan que Europa otra vez comience
más allá de los Pirineos. Ese país está
por encima de Podemos,
el PP y todos esos políticos corruptos a los que debe sin excepción caerles el peso de la ley. Quien elija el cambio es
libre de hacerlo, pero tengan conciencia de las repercusiones a futuro. Casta y
corrupción no son sinónimos como conviene hacer creer. Con
Podemos, a largo plazo, los grandes perdedores no serán las
oligarquías, sino los más pobres. Estos seguirán siendo víctimas y podrían terminar
encadenados a las migajas de un gobierno
empobrecido, dígase libretas de
abastecimiento como en Cuba o tarjetas de racionamiento como en Venezuela para
poder subsistir…Como dice el refrán: A
veces es peor el remedio que la
enfermedad.